viernes, 11 de mayo de 2012


El conocimiento que viene de Sumer - 2
Gracias al esfuerzo de los elementos más conscientes de la humanidad, el conocimiento de los dioses sobrevivió en el mundo por vía de varias formas de esoterismo y sociedades secretas, como las Escuelas de Misterio de Egipto y la escuela de Pitágoras. Pero sobre el mundo se cernía la sombra de la contra iniciación...

La biblia judía, según diversos autores, está escrita sobre conocimientos históricos e iniciáticos del pasado. Pero el libro judío no sería la misma gnosis, sino que en él, el conocimiento habría sido pervertido y adulterado con una intención maligna.

En Génesis 6 se habla de Dios, o Nefilim, en sus versiones más antiguas. En realidad la biblia judía está refiriéndose a una versión de los Anunakis sumerios cuyo término Sitchin traduce como “los que descendieron”.

En libros posteriores de la biblia judía vemos cómo el judío extrae conocimientos de los antiguos egipcios. Estos, los egipcios, obtuvieron el conocimiento de culturas más antiguas: Babilonia y Sumeria. Los diez mandamientos de la biblia judía son una réplica calcada de un pasaje de el Libro Egipcio de los Muertos.

En definitiva, el descubrimiento arqueológico del mundo antiguo y la traducción de sus tablillas, textos y demás registros, nos mostró que la biblia judía (el Antiguo Testamento) es un mero calco de historias mucho más antiguas. Fue un duro golpe contra el Pentateuco (los cinco primeros libros de la biblia judía), que se confirmó cuando en 1880 el investigador alemán Julius Welhausen publicó Prolegomena to the History of Israel. En él recogía evidencias de que Moisés no pudo escribir esos textos capitales. Welhausen defendía incluso la hipótesis de que estos relatos que hablan de los Elohim o Seres Brillantes equivalentes a los Anunakis, procedían de fuentes más antiguas, más tarde identificadas con Sumer.

En 1882, Ignatius Donnelly escribe su obra maestra Atlantis: The Antediluvian World. En él habla de la necesaria recuperación de la “Religión-Ur” aria, el culto prehistórico que concede una experiencia directa con la divinidad (Dios) a través de las prácticas y los ritos iniciáticos. También se trata de el “Lenguaje de Ur”, conocido como la “lengua de los pájaros”, el idioma original que se hablaba en el Paraíso antes de la expulsión de Adán y Eva.

En estos años es cuando empieza a vislumbrarse en el horizonte de Alemania el renacer del hombre ario. Las naciones arias aguardaban al Enviado que ha de conducir al hombre al reinado de los dioses de la antigüedad y, sobre todo, al conocimiento que convierte a uno mismo en dios.

Según el erudito germano Samuel Kramer, la palabra “Nazi” viene del nombre de  uno de los ocho dioses creados por la diosa sumeria Ninharsug.

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